Verdad, verdadera...

Tan ta tan…

¿Os acordáis de aquellos viejos anuncios publicitarios, de cierta compañía de telecomunicaciones española con el eslogan que titula a esta entrada?

Mi favorito era éste:

No sales mal en las fotos

En algún post anterior me quejaba de cómo ciertas instituciones jerárquicas hacen un gran esfuerzo por mantener su castillo de naipes, imponiendo un conjunto de dogmas para que luego ―de golpe y porrazo―, los reinterpreten sin previo aviso para amoldarlos a sus nuevos requerimientos.

La sóla existencia de este tipo de discrepancias, debería ser suficiente excusa para que el hombre llano ―por ejemplo, uno como yo―, dedique unos minutos a reflexionar acerca de la existencia o no, de una: “verdad, verdadera”.

Y como buen hombre llano, comenzaré por hacerme algunas preguntas:

1. ¿Existe la “verdad, verdadera”?
2. ¿La “verdad, verdadera” es única?
3. ¿Quién puede llegar a conocer la “verdad, verdadera”?

Probablemente existan un montón de filósofos ―casi siempre provenientes del mundo académico o algo por el estilo, pagados con los impuestos de muchos otros hombres llanos―; que durante mucho tiempo se habrán dedicado a buscar respuestas a éstas y muchas otras preguntas similares o peores, y que lo más seguro es que no estén aquí para explicárme sus hallazgos.

Pero el hombre llano no tiene tiempo para esperar o pensárselo mucho, y es por ello que tira de su sabia ignoracia (casi siempre de manera errónea) para encontrar algo que, si bien probablemente no sea muy acertado, al menos le servirá para calmar su ―a veces profunda― sed de conocimientos.

Eres así

Un programador llano por ejemplo, podría intentar responder a mis primeras dos (2) interrogantes, haciendo uso de un poco de programación orientada a objetos, para afirmar que:

Si la verdad existe y además es única, entonces la “verdad, verdadera” sigue un patrón de diseño singleton.

Nota: Antes de continuar, debemos aclarar que, para que una “verdad, verdadera” sea única, debemos primero asumir que ésta existe; pues de lo contrario, no tendría sentido plantearnos la unicidad de algo inexistente. Es por ello que uso aquí una conjunción.

Pero ¿qué aporta el patrón de diseño singleton a una “verdad, verdadera”?

Pues justamente eso: las restricciones de existencia y unicidad. Veamos qué ha(n) escrito el(los) adolecente(s)¹ que ha(n) editado dicha entrada de la Wikipedia:

“En ingeniería de software, singleton o instancia única es un patrón de diseño que permite restringir la creación de objetos pertenecientes a una clase o el valor de un tipo a un único objeto.”

Recuperado el 30 de julio de 2021 de https://es.wikipedia.org/wiki/Singleton.

Pero es justo allí y en ese momento, que el programador llano debe detenerse, y comenzar a sospechar acerca de la existencia y la unicidad de una “verdad, verdadera”; pues todos sabemos que el singleton es un antipatrón de diseño.

¿Y qué nos puede(n) decir el(los) adolecente(s) acerca de un antipatrón de diseño? Pues que:

“Un antipatrón de diseño es un patrón de diseño que invariablemente conduce a una mala solución para un problema.”

Recuperado el 30 de julio de 2021 de https://es.wikipedia.org/wiki/Antipatr%C3%B3n_de_dise%C3%B1o.

Por todo esto, los programadores llanos podríamos pensar que:

1. No existe la “verdad, verdadera”, ergo no puede ser “único” algo inexistente; o
2. La “verdad, verdadera” existe pero no es única, pues de lo contrario terminaría formando un antipatrón.

Ya que en cualquier otro caso, nuestra “verdad, verdadera” sería una mala solución. Y la pregunta ahora es: ¿salimos mál en las fotos, o somos así?.